MOMENTO DE DESPEDIRSE

Ha llegado el momento de la despedida. Una etapa que se acaba. Un largo camino por recorrer que os queda y del que debéis disfrutar.

Tras un curso de mucho trabajo y esfuerzo llega la merecida recompensa: ¡Vacaciones!
Hoy ha sido el último día de colegio. Parecía muy lejano, pero llegó el día 22 de junio y con él, el final del curso 2014/2015. Estábamos deseando que llegara, pero también nos entristece un poco que se acabe el curso, pues durante las vacaciones vamos a estar separados, cada uno con su familia, lo que hará que nos veamos menos y que nos añoremos. Han sido muchas horas las que hemos pasado juntos desde aquel septiembre de 2013 que empezamos nuestra andadura por el Segundo Ciclo. Desde entonces hasta el día de hoy hemos compartido dieciocho meses de intenso trabajo. Ahora toca desconectar un poquito y pasarlo bien, sin olvidar el necesario repaso de todo lo aprendido. 

Sois un grupo de alumnos muy especial, os echaré mucho de menos y os recordaré con mucho cariño. Contad conmigo para lo que necesitéis, ya sabéis donde encontrarme. Quiero agradeceros la responsabilidad, el esfuerzo, el estar siempre dispuestos a trabajar y a aprender, la alegría, la actitud comprensiva, el ánimo y el cariño con los que habéis afrontado éste curso, lo buenos compañeros y amigos que sois... ¡Sois geniales! También agradezco el esfuerzo de vuestras familias, apoyando siempre. Gracias a todos. En septiembre empezaréis 5º, el penúltimo curso de Primaria, no escatiméis esfuerzos para aprender. 

Recordad siempre: 

Cada uno sois únicos y especiales.  

Con trabajo y esfuerzo TODO se puede conseguir.

¡Seguid siendo trabajadores y estudiosos! 

¡Disfrutad cada momento!

Espero también haber dejado en vosotros lo que pretendía. No sé si lo conseguí, pero mi intención siempre ha sido que aprendierais disfrutando y al final, como casi siempre, … habéis sido vosotros y vosotras los que habéis hecho que yo DISFRUTE ENSEÑANDO. 

Si l@s maestr@s adoptamos una mentalidad abierta y una actitud humilde, nos damos cuenta que también nosotros aprendemos de nuestros alumn@s. Aún sabiéndolo, día a día me he convencido de que, a pesar de las dificultades, merece la pena seguir en esta aventura de enseñar y aprender. Cada día que entraba en el aula en estos dos cursos, esta se convertía en un espacio donde compartíamos no solo aprendizajes, sino también alegría, alguna lágrima, comentarios, curiosidad... Hemos pasado muy buenos momentos y... de los otros, yo al menos ni me acuerdo. Pido perdón por aquellas cosas que salieron mal, incluso proponiéndome hacerlas bien.

Al final de cada curso solemos decir o tendemos a pensar que es "un curso más" pero, en el fondo, sabemos que no es así, que los cursos, por muchos que pasen, nunca son "uno más" porque los maestros, educadores, en definitiva, trabajamos con personas y las personas nunca son "uno más", ni los compañer@s, ni siquiera los Centros. 
Muchas veces parece que la enseñanza se reduce a una serie de actividades, programas, exámenes, notas, horarios e instrucciones de los profesores. Pero cuando llega el fin de curso brotan las emociones, después de haber compartido dos años de nuestra vida.
Brotan las emociones porque trabajamos con personas; porque tenemos la profunda ilusión de que su paso por nuestras aulas les haya ayudado a tener mayores recursos para la vida; porque nuestro trabajo diario lo hemos hecho, con mayor o menor acierto, con el objetivo de apoyar su maduración y capacitación; y, sobre todo, porque deseamos que sean felices en su vida. Nos emocionamos porque ellos y ellas nos importan.
Creo que, además de nuestra profesionalidad, los maestros y maestras hacemos nuestro trabajo con amor. Que trabajamos para que los que están a nuestro cargo aprendan todo lo que puedan y un poco más. Que luchamos para que sean ellos mismos, para que sean personas responsables, libres, con criterio propio, capacidad de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias. Que ponemos en práctica una educación integral que sea útil para resolver su vida real con competencia y así crear una sociedad en la que todos convivamos con verdadero respeto y colaboración. 

Deseo que disfrutéis mucho de vuestras vacaciones y que recarguéis toda la energía que vais a necesitar para afrontar el nuevo curso.   

Quiero daros las gracias por los detalles que habéis tenido conmigo, ¡todos muy bonitos!... especialmente la tarjeta, ¡me ha emocionado!...¡la guardaré con mucho cariño! Os doy las gracias, además, por todos los momentos que me habéis hecho vivir durante los dos cursos que hemos compartido juntos, por todas vuestras sonrisas, por todos los dibujos que me habéis dedicado, por todos vuestros regalitos de un día cualquiera... 

¡Todos los he aceptado con la misma ilusión que habéis puesto al hacerlos! 

Por todo ello, ¡muchísimas gracias! 

Os dejo este corto de animación, un gran ejemplo de TOLERANCIA y AMISTAD. ¡Espero que os guste! 

Un abrazo para todos y cada uno de vosotros.

¡HASTA SIEMPRE!